Focus on Mar Reykjavik

El espacio
es un compuesto de
figuras
y
fondos.

Me encontré la imagen de un desierto (esta imagen) apoyada verticalmente en una pared de la ciudad de Berlín.

Verticalmente porque tuve que torcer el cuello 45º para devolverle a la imagen su comodidad: la horizontalidad. El desierto se sostenía por el mismo, como se ha de sostener en esta sala.

Un lugar es un lugar, y además lo que acontece. Este desierto era también Berlín, o sin más la idea de Berlín que yo iba a retener.

El desierto era únicamente aquello que la imagen representaba, un fondo, un background.

La imagen se presentaba como un objeto, adherida a una superficie rígida, soportándose de la misma y posibilitando su presencia como figura ahora en esa calle.


  

 

 

En el aeropuerto, tuve que arrancar la imagen de su soporte, para poder enrollarla, hasta  el  diámetro de un bote de pringels que la protegería.    

Aquí empieza el juego, con la perdida de la resolución objetual que era a su vez la toma de nuevas formas.    

 

Todo son figuras y fondos.

no solamente figuras y fondos sino la posibilidad de traducirse, de virar.

De ser fondo siendo figura y al revés.  

 

Background-­‐image and other uses of it es un ejercicio de recontextualización del concepto ‘background’ atendiendo a sus acepciones y al giro en la concepción de su significado.

Pues un fondo ha sido siempre aquello que hay más allá o lo que hay detrás. Un horizonte o la inversión de un horizonte. El pre, el post. Una línea desde donde se derivan los puntos de fuga precisos para la percepción, para las figuras.

 

Pero background-­‐image es una orden. Una fórmula de lenguaje de código, de computación digital, que posibilita la presencia de una imagen como fondo de pantalla. Un ejemplo más de la pérdida de la perspectiva lineal a la que se refiere Hito Steyerl, otro de mis fondos.

 

En el espacio digital, un fondo es, entonces, una superposición.

 

   

Esta muestra es un desglose de las posibilidades formales de un fondo en devenir  figura a partir de la imagen de un desierto. Una manera de tocar el fondo.    

 Un juego de ir y venir.  


De superponerse.    

Un intento humilde de abastecerlo todo. La performance.

Una   llamada a lo posible, a la posibilidad de la contención del mundo en el fondo  de la pantalla.

La praxis que parte de la aceptación de  que un ‘background’ es una excusa.    

 

 

 

Una imagen.   Una ilusión.  

 



A partir de la duda de si con este giro en la concepción del fondo en la cotidianidad,  se
 pierde también la derivación conceptual y poética del fondo como trasfondo,  como aquello que hay detrás, esta muestra ha sido también una excusa para repensar  cuál es mi background, y,  aceptando la  intangibilidad de un fondo,resaltar también  su importancia.    

Todo son figuras.

  Todos  lo somos.    

   

A las figuras con las que comparto background y a las que son el propio background.    

Mar Reykjavik